
Entras en la cámara de Trusty, vibrando con autoridad digital.
Registros DNS brillan a tu alrededor, cada uno protegido criptográficamente.
Trusty está tranquilamente en el centro, poderoso pero acogedor.
‘Casi hemos terminado, recusor’, dice Trusty con calidez. ‘Queda una última pregunta.’
Cuando manos cuidadosas convergen bajo llave, forjando prueba criptográfica por decreto de la raíz; desde esta confianza suprema, la autenticidad fluye libre. ¿Qué surge para confirmar la garantía?